Después de una limpieza profunda, los muebles tapizados se ven y se sienten completamente renovados. Las manchas han desaparecido y los colores originales de las telas han vuelto a brillar. La textura de la tapicería es ahora suave y fresca, sin rastros de polvo ni suciedad. La sala entera se ha transformado, emanando una sensación de limpieza y comodidad que invita a relajarse.