El resultado de la limpieza de los muebles tapizados es espectacular. Las telas han recuperado su suavidad y los colores han recobrado su vivacidad. No queda rastro de polvo, manchas ni olores desagradables. Sentarse en los sofás y sillones es ahora una experiencia mucho más placentera, y el aspecto general de la habitación es mucho más limpio y atractivo.